martes, 3 de junio de 2008

A la izquierda del roble

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
acamello

El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías

txikitin

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.

comocrece
Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.

miramira

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.

Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.
lamami
El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.

Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.

MARIO BENEDETTI

....................................fotos: pytu

martes, 20 de mayo de 2008

Paris, lloraba…

Encontré este cuadro por sorpresa, sin conocerlo, en la galería Thyssen, una de las más completas colecciones que existen del arte de los colores por excelencia. Allí, frente al lienzo, recreé mi mente en un desconocido París. Y me lo imaginé así, con el empedrado de sus calles brillando bajo la luz del cielo nublado.

408VISO-THYSSEN-60.

Ví a Paris envuelto en colores en la alto de un monte habitado por miles de almas, envuelto en suspiros, sonidos de cantautores, preguntas y respuestas, lleno de vida y de sorpresas, latidos acompasados pero, aún así, ese cielo de París lloraba, igual que aquel cielo de la instantánea de esa calle en otro siglo inmortalizada, detenida en el tiempo; capturadas en un suspiro su luz y sus gotas de lluvia…

De allí, me llevé las lágrimas de París, bañadas en un delicioso color sepia, entre ramas deshojadas y sobre las aguas del Sena, para mantenerlas como testigo del encuentro en esas calles de los viejos corazones que aun laten, colgadas en una pared de mi casa.



SKMBT_C45008042322300


Este cantautor escribió la canción, banda sonora de esta primavera mía, al despojar su alma del uniforme con el que danzaba en vela por tierras balcanes. Allá donde los hombres luchan, el corazón aún es capaz de concebir una melodía, y eso es algo que llega a los confines de una civilización en la que cada vez más se asume como inevitable el desentierro del hacha de la guerra.





Aunque no es una gran voz, este joven triunfa. Y es por ello, porque no es una gran voz, por lo que queda más cercana a mis propios registros…

… así que elegiré una canción de este long play para ver si las nubes me ridiculizan o si el sol sigue brillando para escucharme. Guitarra, ayúdame, por Dios…

lunes, 24 de marzo de 2008

Soto de Viñuelas

Llevaba tiempo sin aparecer por aquí, al menos en la plenitud de la luz del día...

HPIM3791


Es sólo una tapia de piedra lo que marca el camino; una interminable hilera de piedra que serpentea por las colinas hasta volver a encontrarse consigo misma al cabo de treintaitantos kilómetros. El campo "es aburrido", según dicen... monótono. Pero siempre hay algo en ese camino hacia adelante, siempre hay un bosque de encinas, un juego de sombras y tonos de verdes a un lado de ese camino… y siempre hay un paisaje encantador cuando la vista asoma al otro lado de la tapia.

Una tapia que he llegado a observar iluminada por la luz de la luna llena en un escenario casi fantasmagórico. La tapia inspira quietud, e impide que el silencio traspase sus barreras. Al fondo… hacia cualquiera de los cuatro puntos cardinales el horizonte queda sujeto por una inmensidad bañada de árboles que permanecen en la eternidad.

...Panorámica de las nieves sobre la línea de los dos mil que corona la sierra… blancas cumbres visibles hasta el umbral de la primavera y, como antesala de la mole pétrea, el cerro de San Pedro, el santo guardián cuyo nombre viene heredado de la misma piedra... el portón de la sierra de Guadarrama con su característico tono rojizo.

Hay quien prefiere rodear esa tapia misteriosa a bordo de dos ruedas… en muchas ocasiones, lo hacen jinetes y, a veces, aún con todo lo largo que resulta el recorrido, hay algún loco que la prefiere recorrer a pasos cortos o... a pasos largos. Nunca lo vi surcado por pasos largos hasta hace bien poco y… resulta que a las gentes que vi hacerlos... las conocía.

Les seguí. Vibraban sus ilusiones en su interior: dejaban fluir sus retos y jugar sus deseos con el viento en forma de oraciones… de planes, de incertidumbres:

- Yo, dentro de dos meses, 100 km…
- Y yo, 50 km.
- Pues yo… después de hacer 42, otro día, llegaré al kilómetro pero… hacia arriba… casi tocando el cielo, porque 91 metros ya me parecen muy pocos.

Un pueblo a lo lejos... el camino retorna hacia el sur.


Se agotan sus fuerzas a la llegada del angelus (aunque no estoy seguro de si en jueves santo se canta el ángelus), se miran, se ríen, se sienten los unos los otros... se siente la presencia del viento y aún queda un largo día por delante…

Ah... siento ser aguafiestas, amigos: ¿32km? ¡qué vá!: fueron exactamente 29.300 m.

RutaSoto

lunes, 25 de febrero de 2008

Ocho


Este meme lo retransmitió la linda Euchy. El orden de los deseos no implica un orden de prevalencia.

Reglas:

1. Cada jugador comienza con un listado de ocho cosas que quiere hacer antes de morir, no importa las que sean, pero ocho.

2. Hay que escribir esas ocho cosas en su blog, junto con las reglas del juego.

3. Hay que seleccionar a ocho personas más, invitarlas a jugar y anotar sus nombres o el nombre de su blog.

4. Es importante no olvidar dejar un comentario desde donde nos invitaron a jugar.

Voy pa’llá:

Uno.- caminar cien kilómetros de golpe todos los veranos. Conseguir ser ligero como una pluma, ágil como un rebeco.
Dos.- dejar de vivir atrapado en un cuerpo que no se corresponde con mi espíritu… conseguir tener un culo como el de merak. (espero que no sea algo con lo que sólo se nace).
Tres.- cantar alguna canción sin provocar que llueva.
Cuatro.- ser el padrino cercano de alguna criatura.
Cinco.- limpiar mi jardín de hojas caídas y quemar todas las hojas arrancadas en mi calendario.
Seis.- llegar a tiempo de coger el último tren. Perderme entre la multitud de los seres que siempre consiguen aquello por lo que luchan.
Siete.- volver a besar de nuevo, una vez al mes o, si eso es mucho pedir, dos veces al año.
Y Ocho.- encontrar una tarde a euchy en la playa con ropa blanca fresquita y un sombrero.

Tenía más: aprender a no caerme en la nieve,… perder el miedo al carro… pero… en fín, eran ocho.

lunes, 18 de febrero de 2008

Sueño de Sena

Hay ocasiones en que la mañana no tiene nada que ver con el momento antes de despertar. Pero otras veces… ambos tiempos, son un calco entre sí, y reproducen una misma realidad… un mismo sueño…

Madrugada del sábado al domingo, pasado fin de semana... Aún está el cielo oscuro, y queda al menos una vuelta de la manecilla del reloj para el amanecer: dentro de cuatro horas dará comienzo un maratón allí, en la ciudad. Una ciudad lejos de casa…

Aún duermo pero, profundamente dormido, pienso en los preparativos…, los palés de botellas de agua…, gente a la que vengo a ver y aparece, gente que ni imagino que están, y me los encuentro…



Sena es una novatilla en estas lides. Cuando no duerme, su sueño es, al llegar la próxima primavera, fluir como un gran río por la ciudad de París… Y cuando duerme… según puedo imaginar, Morfeo también la mece y la arropa con ese mismo sueño.

Sena en este momento vive y sueña, a siete semanas de poder cumplir ese sueño. Por eso hoy, cuando se haga la luz del día, soñará durante veinticinco kilómetros. Hubo un contratiempo: esta pasada noche antes de partir hacia la morada de Morfeo, Sena olvidó sus zapatillas o… no sé… alguien olvidó entregarle esas zapatillas, y ahora las tenemos aquí con nosotros, acompañándonos en nuestro sueño, lejos de su sueño. Sena necesitará mañana las zapatillas para poder soñar, y alguno de nosotros deberá hacérselas llegar.

Después de terminar mis saludos, parto, aún de noche, hacia el avituallamiento del kilómetro 20. Allí, preocupado por el sueño de Sena, busco, con la bolsa azul de las zapatiilas bajo el brazo, cómo llegar a su punto de partida para entregárselas. Nombres de avenidas inexistentes, cuyo nombre sólo aparece en los sueños… líneas de autobuses que aún permanecen en sus cocheras… planos de la red de metro. Al fín, consigo saber dónde se halla el lugar de encuentro; tiene un nombre difícil, pero sé con certeza que Sena estará ahí, esperando sus zapatillas.

Aunque aún es de noche y sigo arropado por una manta, me invade la angustia de que yo no pueda ser capaz de llegar a tiempo. Debo partir y dejar a los míos. De lo contrario, Sena no podrá soñar...

...Y así ha terminado mi sueño. Acabo de despertar en la oscuridad. Las luces de la habitación se iluminan de golpe y yo me calzo mis zapatos pero… Sena no tiene aún sus zapatillas.

Esta noche pasada, antes de dormir, ni siquiera me había detenido a pensarlo, En cambio, ahora que es de día, con el alba recién estrenada, siento que el destino me ha señalado claramente con el dedo. Debo continuar… es necesario hacer que mi sueño siga su curso, tengo que conseguir que se cumpla la mitad que queda pendiente de ese sueño que acabo de presenciar, para que Sena vea así su medio sueño cumplido.

Y entonces, antes de llegar a la ciudad por la mañana, arranco del maletero del Volvo sus zapatillas y las custodio como si de un tesoro se tratara; y cuando estoy por fin inmerso en la ciudad, busco y pregunto por su avenida, su punto de encuentro; su línea de salida de hoy. Recorro a pie parte de la ciudad para llegar al lugar donde la espero… Y al verla, me invade la satisfacción de ver que los sueños no son sino mensajeros de necesidad de verse cumplidos en la realidad.

Sena se ata sus zapatillas y yo, al mismo tiempo, guardo en mis bolsillos sus geles y cargo con sus bebidas, su abrigo, la funda de sus zapatillas… unas zapatillas olvidadas que al fin ha conseguido calzar. Tras desearla suerte, ella parte. Y yo sigo recorriendo media ciudad para asegurarme de que Sena, hoy, cumple su medio sueño.


Todo, hasta mi sueño, ha sido real de principio a fin. Sena, en estas semanas, sigue fluyendo como la corriente de un gran río, a veces con incertidumbre… otras veces su corriente es vertiginosa; casi siempre, lleva sus más profundas emociones sumergidas bajo la corriente, pero aún así, es fácil verla, está ahí: fluye como un río… ahora sólo faltan siete semanas para que esta novatilla tan especial cumpla la otra mitad de su gran sueño.

Suerte, Sena.

Domingo, diecisiete de febrero de dos mil ocho

domingo, 20 de enero de 2008

Masas de agua



Parece ser que por ley natural, todo fluye y confluye: los miles de arroyos vierten sus aguas en el gran río que surca el valle... Y en mi caso, aun sin poder decir que las aguas tienden a ganar el cauce de un gran río, reviso las fotos tomadas en apenas 24 horas desde la mañana del sábado hasta la mañana del domingo, y veo… eso, tal vez por casualidad, mucho agua.

Sábado, No lo tenía planeado, pero terminé en la junta de los ríos: ahí, el jarama,



y desde mi posición, en esa pequeña playa, girando la cámara 30 grados hacia el oeste, el manzanares, algo degradado, pero con la belleza de un acantilado de la marañosa despidiéndole antes de que se funda en un abrazo con el río Jarama.

...





Domingo por la mañana, camino hacia real sitio de San Lorenzo El Escorial. Embalse del Molino de la Hoz, conteniendo las aguas del río guadarrama en el término municipal de Las Rozas… Lo descubrí durante una inspección del municipio. Siempre quise pararme a fotografiarlo pero nunca lo logré. Ya, por fín; aquí está: lo había prometido. La magia de lo inacabado es lo que a menudo hace mantener la ilusión por volver.a un lugar…

su vista desde el puente, hacia el norte…






…Y hacia el sur:

Agua… estancada, detenida en el tiempo, como queriendo detenerlo también. Bendita sea y que no nos falte.

¡Que no se me olvide! la estrella del domingo: Embalse de Valmayor, en El Escorial:

jueves, 10 de enero de 2008

puedo salir, puedo seguir



Tengo que volver hacia atrás; de nuevo a des-andar un largo camino que atraviesa un macizo montañoso. Tendré que hacer noche y no llevo útiles de montaña, pero estoy seguro de que me defenderé…

Antes de retroceder, paco me recuerda que dejó guardado su saco de dormir y mi funda de vivac en aquella oquedad, al pie de la montaña del desfiladero.

Cuando llego al lugar, aún de día, avisto la entrada al refugio. Y entro arrastrándome boca arriba por el estrecho agujero por el que se accede a la entrada de la gruta. No lo hago con mucha comodidad ¡Cawen10… cada vez me cuesta más agacharme!

La luz que se cuela por ese agujero es suficiente como para mantener el suelo de la caverna iluminado, y aún envuelto en su reflejo puedo ver, junto al saco y un macuto, a Isaac sentado en una losa, y amasando una pelota de arcilla.

- No necesitas el saco para nada – me dice Isaac-; eres un tío duro y además no hay tiempo que perder, continúa antes de que te quedes frío.

Sus palabras me motivan… Chocamos los nudillos con los puños cerrados (saludo metalero) y me dispongo a salir, ya plenamente confiado, hacia el exterior…
.. y al deslizarme, noto que me estoy quedando encajonado en la estrecha salida, cada vez más pegado a las paredes, de modo que mi propio cuerpo tapona el paso de la luz. Arrastrarme por el interior de esas paredes con recovecos y salientes resulta ser una tarea dificultosa pero, poco a poco, lo voy logrando.
“¡¡Aysssss!!... Tengo que empezar a tomar medidas serias…” pienso mientras recuerdo los guarismos con que últimamente me insulta mi báscula de baño. Tanta navidad festiva es lo que tiene…

Consigo salir al fín. Aunque desde el primer momento he estado seguro de poder hacerlo, ya se me estaba paseando por la imaginación el apurado panorama de quedarme encajado en la roca.
Desde que entré han pasado sólo un par de minutos y, al salir al exterior, veo que casi ha anochecido. La figura de la reina del cielo, la luna creciente, se puede ver nítida; su fría luz blanca pinta las rocas de un tono claro y un brillo tenue… ese es el camino que debo seguir, hasta el Polideportivo de Colmenar Viejo.

...Y de súbito, despierto; no quiero ni mirar el reloj porque quisiera volver a dormirme para descansar… Recreándome en esas familiares sensaciones de verme envuelto por la roca, noto como pasan y pasan los minutos. Entonces enciendo la luz: son las cinco de la mañana… Tengo una sensación, que no desaparece, de estar plenamente despierto y despejado
... hasta que, en el momento de sonar el despertador, me siento realmente cansado y somnoliento… la madrugada del martes, 8 de enero de 2008, ya ha llegado a su fin.

Hacía tiempo que no recordaba aquellos paseos nocturnos por las galerías que surcan el corazón de la montaña, cualquier montaña, o incluso el subsuelo abandonado de la ciudad, cualquier ciudad. Todos esos episodios fueron subconscientemente inspirados por la aventura que cuatro montañeros protagonizamos en algún día - o noche, qué más da - de octubre de 1999. en el lugar de La Célebre Cueva del Reguerillo, en Patones. Nuestras largas horas inmersos en un mundo indescriptible, las dejé relatadas aquí:
http://garaje.ya.com/mmaldom/reguer/regue.htm

Tuvimos suerte; lo planeamos a tiempo porque, a los pocos años, el acceso a las galerías fue sellado…. Nadie puede ya, por iniciativa propia entrar allí: El motivo fue porque hubo dos grandullones que en dos ocasiones distintas se quedaron atascados en el estrecho paso del tubo vertical, y tuvieron que intervenir los cuerpos especiales de montaña para sacarlos de allí, incluso llegando a plantearse la posibilidad de utilizar cargas explosivas…

Hacía tiempo... repito. Pero además, esta vez, ha habido algo más y que nunca me había pasado: en esta reciente madrugada he experimentado esa sensación de aprisionamiento pero, a la vez, de confianza en mí mismo; curioso… pude pasarme el día entero tratando de buscar la explicación a esa sensación espontánea, surgida de la nada pero… preferí continuar el largo camino que aún me queda por recorrer.

No olvidéis leer el enlace que os he dejado, antes de que cierre el acceso a esa web como hicieron las autoridades con la cueva.